¡Hoy
inauguramos sección! Living la vida gorda
es exactamente eso: vivir la vida siendo gorda. Ser gorda en el mundo sin
sentir vergüenza o culpa por el espacio que ocupa nuestro cuerpo es un acto
revolucionario. Vestirnos bien, sacarnos fotos, reírnos y disfrutar sin tener
en cuenta (aunque sea en el fondo de nuestra mente) qué estarán pensando las
otras personas es algo que no se supone que hagamos. Después de todo, ¿no es
cierto que nos pasamos todo el día tiradas en un sillón comiendo y mirando la
tele?? *insertar ojos en blanco*
Anoche fui
con Mamá a ver el musical Priscilla, la reina del desierto. ¿Lo conocen?
Muestra el viaje a través del desierto australiano de tres drag queens de
edades y personalidades totalmente distintas: Adam (personificado por Juan Gil
Navarro) es un joven alegre y desenfadado que se lleva la vida por delante, Tick
(Alejandro Parker) está en sus cuarenta y es el organizador del viaje,
generalmente el más responsable y pacificador, y Bernadette (Pepe Cibrián Campoy)
es una vieja diva que vuelve al escenario después de años de retiro al morir su
esposo.
El teatro Lola Membrives es una belleza |
En el
viaje se van entrelazando distintas situaciones y personajes, al tiempo que
vamos conociendo un poco sobre la vida de los protagonistas y sus sueños. Y
todo esto envuelto en música disco y temas clásicos de Madonna, coreografías
estupendas y un vestuario para embobarse. Lagrimeé de la emoción, me reí a
carcajadas, canté y me dolieron las manos de tanto aplaudir.
En el entremedio. No llegué a apretar el disparador que se escuchó por los parlantes una advertencia sobre no sacar fotos. Ups! |
Tomando un Fernet Menta con lima limón... Si los estaban regalando, no lo podía rechazar, no? |
Luego de
la función llevé a Mamá a cenar y después a pasear por Avenida Corrientes. Nos
divertimos sacándonos fotos y haciendo de turistas en nuestra propia ciudad (¡aunque
Mamá no entienda el concepto de quedarse quieta hasta que la cámara saque la
foto! Jajaja).
Aunque me
encanta usar colores y estampados (especialmente animal print *guiño guiño*)
anoche estaba de ánimo para un total black. El truco para que este look
funcione y no parezca que están intentando mimetizarse con el pavimento:
mezclar texturas. Usé un mini vestido de encaje (demasiado “mini” para mi
gusto), leggins de símil cuero de Curvas Libres Indumentaria, botas de cuero
con tachas y cierre metálico y una campera biker de frisa. Para darle un toque
de color, porque no puedo evitarlo, usé un collar chuncky dorado y salmón. Y
ahora me dio ganas de comer pescado. Pescado… sushi… mmm…
Besos,
-Gi-
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