22.4.14

-Tu XL no es mi XL-


Si hay un sentimiento más frustrante que entrar a un negocio a comprarte una prenda que te gusta y que no tengan en tu talle es probablemente que digan que sí tienen talles XL, pero que la prenda en cuestión resulte ser del tamaño de tu brazo. Esto es lo que sufrimos a menudo quienes vestimos “talles grandes”.

En 2009 se sancionó la Ley de Talles (Ley 3330) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que prometía eliminar la diferencia entre talles “normales” y talles “grandes”, asegurando que todos los fabricantes y vendedores de ropa ofrecieran al menos ocho talles de cada prenda y determinaran los talles de acuerdo a las Normas IRAM de la serie 75300 y sus actualizaciones. Creo que es bastante obvio decir que esto no se cumple.

En principio, la mayoría de los fabricantes no hacen ocho talles de cada prenda. En general hacen cinco, algunos seis, muchos sólo tres. Recorriendo fábricas e importadores para Curvas Libres Indumentaria me encontré con un “truco” que la mayoría hace, supongo que para escapar de la mayor parte de las multas que se le puedan aplicar: listan sus talles entre S y XL. Ahora, esto sería un adelanto (pequeño, pero se hace lo que se puede), si fuera real. El “truco” está en achicar las medidas de las talles, ignorando las Normas IRAM como si fueran galletitas de agua en una mesa dulce.


La disparidad entre las medidas de cada talle dependiendo del fabricante/importador es tan grande que daría risa si no fuera para llorar. Anécdota tragicómica: este verano compré pantalones a dos proveedores distintos, el primero tenía marcado su talle más grande como 5, el segundo lo tenía como 7. Nada raro pero igual shockeante (por lo menos para mí), los dos resultaron tener exactamente las mismas medidas. Exactamente. Las. Mismas. Medidas.

¿Qué hacemos entonces para intentar combatir esto? Como compradores, tenemos la opción de denunciarlos a las asociaciones de defensa del consumidor, aunque lamentablemente el asunto no vaya mucho más allá de la denuncia. También podemos elegir no apoyar con nuestro dinero a estos negocios, tratando de amatambrarnos en un talle que nos dicen que es XL cuando por lógica (y norma) sabemos que con suerte es un M. Podemos elegir buscar un poco más, dar más vueltas por frustrante que sea, hasta encontrar los negocios que se esfuerzan por disponer de talles grandes reales.

Yo por mi parte como vendedora, intento comprar sólo prendas que realmente se ajustan a las medidas de “talles grandes” (¡no me hagan contarles las discusiones que tuve con fabricantes que intentaron venderme talles inventados!!) y marcar los talles de acuerdo a la tabla estándar proveída por Mercado Libre e ignorando en muchos casos el talle que dice la etiqueta original. (Aclaración: sé que esa tabla tampoco sigue al pie de la letra los talles establecidos por las Normas IRAM, pero no es demasiado dispar y provee un fácil marco de referencia para mis clientas.)

Desde una perspectiva realista (aunque otros la llamarían pesimista, je), no creo que este tema tenga una solución fácil o rápida. De lo que sí estoy segura es que si va a haber una solución, va a ser una por la que tengamos que luchar todos y cada uno desde nuestro lugar.


Cuéntenme, ¿se encontraron con este tipo de problemas al comprar ropa?  


Besos,

-Gi- 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

nRelate Posts Only