El otro día, una tienda de ropa
bastante exclusiva publicó en sus redes sociales una frase que presumo
intentaba ser graciosa: El límite para usar animal print es que nos seas más
gorda que el animal en cuestión. Aparentemente esta frase no sólo le pareció
graciosa a quién está a cargo de las relaciones públicas del lugar sino que
docenas de personas le dieron un Me Gusta y/o comentaron en apoyo a esta
declaración. Déjenme dejar clara mi postura por si no se entendió hasta
ahora: ESA FRASE NO ES GRACIOSA, ES DISCRIMINATIVA Y OFENDE A UNA GRAN CANTIDAD
DE GENTE. Creo que a veces la discriminación hacia los gordos está tan
integrada en la conciencia colectiva de nuestra cultura que ni siquiera nos
damos cuenta de los actos de este estilo. ¿Y si la frase hubiera sido El
límite para usar animal print es que tu piel sea más clara que la del animal en
cuestión? ¿Hubieran estado todos tan de acuerdo en ese caso? Quiero creer que
la mayoría de la gente se hubiera opuesto.
Pero no fue así. Se trató de una
discriminación por talle y no por color de piel, entonces está bien, ¿o no? NO.
No dudo que muchos pensarán que exagero con este tema. Que al fin y al cabo era
una broma sin intención de lastimar a nadie, así que no hay necesidad de hacer
tanto escándalo por eso. ¿Pero saben qué? No me interesa la intención de quien
publicó esto. Porque detrás de su “broma” está la aceptación de una cultura que
permite burlarse libremente de cualquiera que tenga un cuerpo distinto al
nuestro. Sin ponerme muy freudiana con ustedes, el hecho es que detrás de toda broma
yace una verdad. Y la verdad en este caso es que la gente no quiere ver a una
persona gorda usando animal print. La gente no quiere ver a una persona gorda, punto.
Por mucho tiempo yo no me animé a
usar animal print. Tengo conocidas que aún no lo hacen. Y es por miedo a burlas
de este tipo. El constante escrutinio al que estamos sometidos todos hoy en día
a veces se puede sentir como si tuviéramos un reflector que nos sigue a todos
lados. Cada vez que asomás la nariz a la calle sabés que el resto del mundo va
a estar atento a tu apariencia física, listos para criticar cualquier cosa que
les parezca que no coincide con su concepción de “belleza”. Pero nosotros
mismos tenemos el poder de desactivar esa crítica. No digo que este tipo de
cosas no nos van a llegar y no nos van a hacer mal. Lo van a hacer. Lo hacen
conmigo, por lo menos. Pero lo importante es ver a través de ellas hasta tener
claro el prejuicio que se esconde tras la máscara de humor. ¿Así que no podés
usar animal print si sos más gorda que el animal en cuestión? Una hembra de
leopardo pesa en promedio unos 45 kg. Creo que eso condenaría a la graaaaan
mayoría de la población femenina mundial a quemar todas sus prendas de
leopardo. Y no me hagan hablar del print de serpiente, porque ahí vamos peor
todavía. Esa frase es ilógica y tonta. Está diseñada exclusivamente para
avergonzar a quienes se sienten inseguros por el tamaño de su cuerpo. Nada más.
Hermosas mujeres luciendo sus curvas en animal print fuente / fuente / fuente / fuente |
Así que no dejemos que se salgan
con la suya. No dejemos que nadie nos haga avergonzarnos de quiénes o cómo
somos. Nuestro cuerpo es nuestro para vestirlo como queremos, para ponerle
encima lo que nos guste y nos haga felices. No le debemos a nadie ser visualmente
atractivos a su estética. Nadie más que nosotras tiene derecho a juzgar nuestra
apariencia de acuerdo a sus estándares. Y si quieren, incluso podemos responder
con otra frase, una gran perla de sabiduría popular a mi entender: Si no te
gusta, no mires.
Cuéntenme ¿ustedes se animan al animal print? ¿Qué opinan de esta frase?
-Gi-
Well said! I love animal print and will wear it always! Sometimes people suck!
ResponderBorrarYes! They do suck sometimes. Keep the animal print love!
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